El ajo (Allium sativum) es una de las plantas más antiguas en la historia de la humanidad. Se cree que su uso comenzó hace más de 5,000 años en Asia Central, donde fue domesticado antes de llegar a la región mediterránea. Culturas antiguas como la egipcia, la griega y la romana ya usaban el ajo tanto en la cocina como en la medicina. En el antiguo Egipto, se sabe que se daba ajo a los esclavos que construían las pirámides para fortalecer su resistencia y protegerlos contra enfermedades infecciosas.